Las dificultades que he encontrado durante este período no han sido muchas. Y esto es debido en parte a que he encontrado un gran apoyo en mis compañeros cuando me ha surgido algún problema.
Creo que he aprendido bastantes cosas de los diferentes compañeros que he tenido y es que no hay nada más interesante que aprender de los demás.
Mi experiencia con otros compañeros, debo destacar que lo que más me molestó y evidentemente cambiaría ahora mismo (si se pudiera), es el respeto a la hora de escucharnos entre compañeros. No entenderé nunca, la falta de respeto que mostraban unos con otros cuando se hablaba. Es muy difícil exigir a los alumnos que escuchen si los adultos somos los primeros que no lo hacemos con los compañeros de centro.
Esta situación en una de las reuniones de evaluación, me recuerda a una escena parecida de la película “La clase”, cuando están todos reunidos (profesores y representantes de alumnos), y las delegadas están riéndose todo el rato, y hablando entre ellas. Pues por desgracia, el comportamiento de estas alumnas lo he vivido pero entre compañeros y me parece catastrófico. ¿Cómo vamos a mejorar así teniendo compañeros de este tipo?
Otro tipo de profesor que he conocido y he considerado realmente malo es lo que Weber llama, Autoritario. Cuando he sido alumno he tenido este tipo de maestro y no aprendíamos correctamente con él. De hecho, nos daba miedo preguntar muchas de las dudas que nos surgían.
Actualmente he tenido el placer de conocer profesores excelente, como los denomina Marques, esos que no se pueden sustituir con facilidad. Son aquellos que desean los padres para sus hijos. Siempre están renovando, innovando, realizan un proceso de enseñanza-aprendizaje constructivista, práctico, etc.… En realidad, me encantaría llegar a ser como ellos.
Me he sentido apoyado y ayudado prácticamente por todos los miembros de la comunidad educativa. He de destacar la ayuda proporcionada por la directora a la hora de informarme sobre aspectos del funcionamiento y organización del centro, y en general siempre que lo necesité.
Todo el claustro, me ayudó a conocer mejor a los alumnos, acercándome a padres y otros miembros de la comunidad educativa, dándome las orientaciones necesarias para que fuera adaptado mis programaciones a las necesidades de los mismos. También me han proporcionado material y estrategias didácticas y en general todos han hecho que me sintiera integrado en todo momento en el centro y que mi trabajo haya sido gratificante y llevadero.
Muchos autores, profesores, directores, ministros de educación, etc… hablan de diferentes labores del profesor, pero creo que la mayor labor que tenemos que llevar siempre con nosotros, es la de cambiar para mejorar. Y esto debe partir desde la política de nuestro país, haciendo reformas en la educación, hasta nosotros los profesores, cada uno en nuestra clase (autoevaluándonos continuamente), y junto a todos los demás compañeros, familias, etc... que nos rodean.
Para finalizar, considero que un buen profesor independientemente del proyecto que esté utilizando en el aula, debe mostrar habilidades como: dialogar con los niños, orientarles, gestionar el aula y el trabajo en equipo, cuidar el desarrollo afectivo y moral en el aula, estimular el interés por aprender…
Todo esto es fácil de aplicar siempre y cuando se tenga ganas, y se quiera ser un buen profesor, y no importa el proyecto, los objetivos, contenidos, etc... sino la eficacia con que se utilice.
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